Ghost Games nos trae Need for Speed: Heat para PS4, Xbox One y PC con la particularidad de jugar tanto de día como de noche a placer. Lo analizamos aquí.
Dos han sido los años que ha necesitado Ghost Games para devolver al asfalto a una saga que ha hecho suya, Need for Speed. Y la ha puesto en circulación con novedades en su eje central, siendo las soleadas mañanas de Palm Beach, la ciudad donde transcurre el videojuego, muy diferente a la pomposa ciudad llena de neones por la noche.
Need for Speed: Heat es, no obstante, una nueva iteración algo continuista en la que este importante cambio en la jugabilidad nos ha dejado un poco fríos pues la mecánica del juego se hace, a la larga, un tanto repetitiva, dejando patente el quizás ya estancamiento de la saga.
Como el día y la noche
Como hemos comentado anteriormente, en esta ocasión la desarrolladora Ghost Games ha querido añadir a Need for Speed: Heat una mecánica diferenciadora con respecto a otros juegos de la franquicia. Aquí, además de contar con un modo historia que abordamos a través de los 12 avatares únicos que podemos escoger —tanto femeninos como masculinos— , se añade la posibilidad de participar en carreras —o simplemente explorar la ciudad— tanto en horas diurnas como nocturnas. Y además es tan sencillo como pulsar un botón y sin apenas pantalla de carga mediante.
Las diferencias os las podéis imaginar. Por la mañana toda Palm Beach es un remanso de paz y carreras legales en circuitos semi cerrados donde se obtiene dinero con ellas para, más tarde, dejarnos los cuartos en alguno de los talleres dispersos por la ciudad. No hay policía que nos vigile por lo que hacer el cabra está permitido. Sin embargo por la noche, y como suele ser recurrente en la saga, seremos el objetivo de todo aquél que porte una estrella dorada enganchada al bolsillo de su camisa. Las carreras ilegales están a la orden del día y será con ellas donde nos labremos una reputación entre los diversos clanes de Palm Beach para así desbloquear piezas de modificación para nuestros vehículos.
Así pues la estructura jugable de Need for Speed: Heat se basa exclusivamente en saber manejar los tiempos, nunca mejor dicho. El dinero necesario para modificar nuestros vehículos se consigue con las carreras diurnas. Si queremos desbloquear nuevas piezas o conseguir reputación para desbloquear nuevas carreras, tenemos que competir en la noche. Sin embargo si la policía nos pilla en esta última franja horaria todo lo que hemos conseguido en ella se irá al garete, aportando un plus de emoción al horario diurno.
Sin embargo encontramos un problema gordo en Need for Speed: Heat y es que casi todas las pruebas donde competimos nos han parecido aburridas y demasiado similares entre sí. No hay demasiada diferencia en ellas ni tampoco variedad en los “circuitos”. De hecho en más de una ocasión tocará repetir pruebas para poder avanzar en el juego.
La conducción es eficiente, lo esperable en un videojuego de carreras de corte arcade. Grandes derrapes, espectacularidad y muchas opciones de personalización que apenas influyen en el comportamiento del vehículo, sólo aquellas realmente relevantes como el cambio de motor o el óxido nitroso. En general se siente un poco básico en este aspecto y se podría haber trabajado algo mejor lo que es en términos de conducción.
Solo o acompañado
Need for Speed: Heat no cuenta con diversos modos de juego como tal si no con una opción que te permite disfrutar del título en solitario o con hasta quince jugadores más en el mapa donde transcurre la historia. Si escogemos esta última opción podemos ver a otros poseedores del videojuego por todo Palm Beach y retarles a alguna de las pruebas que tenemos disponibles en ese punto de la trama. No hay mucha más interacción que la mencionada por lo que no esperéis demasiados alardes en esta categoría.
Ahora bien, al tener un mapa tan extenso en dimensiones la cifra de 16 jugadores por sesión nos parece algo escasa. Si están todos concentrados en un punto del escenario la diversión está asegurada, sin embargo, si cada uno va a su libre albedrío, cruzarnos con alguno de ellos sólo se da si nos dirigimos hacia los mismos.
De hecho esta sensación de soledad se agrava echando un simple vistazo al entorno que nos rodea. No vemos demasiado tráfico en ninguna de las cuatro regiones adyacentes a la ciudad principal, ni tampoco peatones. De hecho tampoco vemos demasiados elementos visuales que nos hagan sentir que estamos en su universo ficticio —aunque ambientado en Miami—, por lo que da la sensación en todo momento de que estamos prácticamente solos.
Luces y sombras
El ladillo que encabeza estos párrafos le viene como anillo al dedo a la hora de hablar de la tecnología empleada en Need for Speed: Heat. El juego de Ghost Games es bastante vistoso en escenarios nocturnos mientras que en los diurnos se le notan las costuras. Por la noche la ciudad se llena de luces, neones, efectos de iluminación, sombras bastante logradas y situaciones realmente espectaculares. Sin embargo por el día acusa de una distancia de visión decente sin más, popping, escenarios aún más vacíos o apenas efectos de iluminación. Por otra parte, la versión que hemos analizado es la dedicada a Xbox One y el juego ha funcionado en todo momento a 30fps estables y con una resolución 1080p.
Agradecemos, en el aspecto sonoro, que las habituales voces cani se hayan quedado atrás, aunque sigan habiendo resquicios de estas. Todas las voces han sido dobladas al castellano así como los textos y el resultado en este sentido está bastante conseguido. Ni qué decir de la banda sonora, una maravilla tal y como estamos acostumbrados a ver en juegos bendecidos por Electronic Arts. Abarca un gran número de géneros de entre los que destaca, por encima de todo, los ritmos latinos y la música electrónica. Una selección musical compuesta por 84 temas entre banda sonora y melodías para los menús que es un auténtico gozo.
Need For Speed: Heat - Requisitos Mínimos
- Sistema Operativo: Windows 10
- Procesador: AMD FX-6350 o Intel Core i5-3570
- Memoria RAM: 8 GB
- Tarjeta gráfica: Radeon 7970/Radeon R9 280x o GeForce GTX 760
- DirectX 11
- Conexión a internet de 320 Kbps o superior
- Espacio libre: 50 GB
Need For Speed: Heat - Requisitos Recomendados
- Sistema Operativo: Windows 10
- Procesador: AMD Ryzen 3 1300X o Core i7-4790
- Memoria RAM: 16 GB
- Tarjeta gráfica: Radeon RX 480 ou GeForce GTX 1060
- DirectX 11
- Conexión a internet de 320 Kbps o superior
- Espacio libre: 50 GB
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