La primera expansión para Order of War, un juego de estrategia en tiempo real basado en la Segunda Guerra Mundial, ya está aquí. En esta ocasión, se ha potenciado el aspecto multijugador hasta el punto de que Challenge constituye un videojuego en sí mismo, complementando el original.
Hace pocas semanas, realizábamos en MeriStation una reflexión acerca de los juegos de gestión y táctica, y de cómo han evolucionado a lo largo de los años a raíz del lanzamiento de los pasados Command & Conquer 4 y Dawn of War 2. Una de las características que define esta nueva generación es precisamente la de la rapidez: hoy todo sucede de forma más inmediata, a mayor velocidad y con mayor cantidad de elementos en pantalla. Y si puede ser, con enemigos humanos en lugar de con máquinas. Hoy tratamos un buen exponente de esta afirmación.De hecho, si uno llega a Challenge sin haber pasado antes por Order of War, probablemente no entienda nada: es lanzado a una partida multijugador de buenas a primeras sin saber lo que tiene que hacer, dónde tiene que hacerlo o cómo debe realizarlo. Incluso los tutoriales incluidos con el juego están un submenú por detrás de la pantalla de inicio con la que se nos da la bienvenida al título, como sobreentendiendo que el jugador ya sabe de qué va la historia. Aún así es bastante chocante, la verdad, porque no recordamos una introducción más 'in media res' que la que ofrece esta expansión de Wargaming.net.
Su planteamiento en pantalla es muy simple: en un escenario determinado, bastante bien detallado y considerablemente amplio, dispondremos nuestras tropas que habremos reclutado con anterioridad de entre las 3 facciones disponibles. Moveremos nuestro ejército a lo largo del mapa para ir conquistando localizaciones de control que nos permitirán acumular más puntos, y a su vez éstos nos darán la posibilidad de traer nuevas tropas al campo de batalla. Y así sucesivamente hasta que el combate termina. Parece sencillo, ¿no?
El mecanismo de funcionamiento es el viejo conocido de piedra-papel-tijeras del que hacen gala el 99% de los juegos de estrategia. Nuestras unidades son fuertes contra algunas pero débiles frente a otras; la sabia combinación de una fuerza de choque compacta y heterogénea, así como la habilidad nuestra como comandantes para realizar cambios y reforzar las líneas al vuelo según la amenaza que aparezca, son las claves de nuestra victoria.
12 escenarios se incluyen en total para que efectuemos nuestras escaramuzas, doblando así la propuesta original de Order of War. Es una pena que las auténticas tácticas solamente las podamos practicar contra humanos ya que como buen simulador que es el juego de Wargaming.net, nuestras unidades responden a factores como cobertura, distancia de disparo, posición de impacto y una cantidad importante de modificadores distintos que un jugador experimentado tendrá en cuenta.
Para recompensar a los jugadores que hacen bien su trabajo, se ha asignado un sistema de experiencia que premia nuestras actuaciones en caso de una trabajada victoria o de una abultada derrota. Este grado de veteranía se usa para la correcta búsqueda de partidas igualadas, aunque el sistema - que funciona mediante GameSpy - no se puede decir que haga un trabajo excelente a la hora de ajustar los niveles de los contrincantes. O eso o todo el mundo que juega en estos momentos es buenísimo y no da cuartel ni apenas unos segundos.
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